Bilbao, la lluvia se alía con la adversidad

Ese domingo venía a desplazar la calorina húmeda del sábado anterior por una no menos húmeda llovizna. Mi hermana Teresa me proporciona para la ocasión un paraguas rosa que quisiera ser magenta, pero me parece un tanto aparatoso. En su lugar me llevo uno azul, el problema es que se trata de un paraguas del Partido Popular Europeo.
Me encuentro con Rodolfo Laiz en las proximidades del teatro Arriaga, en cuya plazoleta va a desarrollarse el mitin. Me dice que Gorka Maneiro se está tomando un café en un bar de la circular calle de la Ribera. Allá voy. Charlamos sobre el Parlamento vasco cuando aparece Paco Sosa -tocado de sombrero electoral- y nos anuncia que se propone dar un paseo por el Casco Viejo.
Son casi las 12´30, de modo que nos dirigimos hacia el Arriaga, donde los técnicos han montado ya el escenario y están conectando el sonido. Van llegando los restantes intervinientes y algunos locales ya conocidos.
Mientras saludo a los asistentes percibo a mis espaldas que las pruebas de sonido no progresan. Poco después, Rosa nos anuncia que se suspende el acto y ella misma, Paco Sosa y yo nos vamos hacia los periodistas. Rosa pide a los medios que no le hagan la campaña a la lista de ETA.
Pero luego parece que el sonido ya está conectado y funcionando -alguien dice que "nos han echado un cable desde el teatro"-. Rosa nos pide que subamos a saludar. Así lo hacemos. Interviene primero ella, después Paco Sosa, a este le sigue Gorka Maneiro y cierro yo mismo. Cuando tomo la palabra digo que nunca hubiera pensado que cerraría un acto abierto por Rosa, pero que el nuestro es un partido diferente. Agrego que vengo de Andalucía y que está claro que Zapatero está extendiendo el modelo del PER a todo el país: una economía subsidiada, nada de un nuevo modelo productivo. Hay poca gente, en la plaza y pasando sobre el puente del Arenal.
Nos vamos a comer a la cervecera acostumbrada. A los postres, un grupo de vizcainos nos enzarzamos en una discusión. ¿Debía haber votado Gorka Maneiro a Arantza Quiroga? Algunos creen que sí. Yo me mantengo en que no, en función de 2 argumentos:
- No nos ha llamado para anunciarnos lo que piensa hacer como presidenta, y ni siquiera para pedirnos el voto.
- Como previsión "pedagógica" de los tiempos que pueden venir, en que los socialistas finalmente pacten con los nacionalistas, desvirtuando así las esperanzas de cambio.
No sé si logro convencerles, pero acabamos hablando de Bruselas, astrología y "bilinguismo", que son cosas más saludables, sobre todo cuando uno ya está en la carrera...