martes, 4 de octubre de 2011

Intercambio de solsticios (247)

El epígrafe que hacía referencia a las sociedades de las que todavía era Consejero Juan Carlos de Vicente resultaba simplemente estimable. Pero el informe comprendía también el histórico de los puestos de responsabilidad que dicho señor había tenido en los tiempos en que laboralmente había sido útil, y ese listado era sencillamente impresionante.

Llegados a ese punto, el documento del detective formulaba un resumen, en el que se podía leer:

“De las indagaciones efectuadas se desprende que el patrimonio inmobiliario de don Juan Carlos de Vicente es bastante amplio y que las fincas de las que es titular no han sido grabadas (sic) con hipotecas (tan sólo una, que tiene titularidad compartida), no constan en ellas usufructos, algún tipo de cesión o carga.
‘ En cuanto al patrimonio de su hermano Santos, todo parece indicar que sería amplio, básicamente por las propiedades que aporta su esposa, quien tiene muchas fincas rústicas fuera de la provincia en que reside don Santos.
‘ Sí nos sorprende que quien hace las funciones de secretaria, según nos informó nuestro cliente, dña. María (…) y su esposo (…), tengan también varias viviendas sin que sobre ellas conste hipoteca alguna.
‘ Igualmente se observa que en los casos en los que es propietario el citado (aquí figura el nombre del marido de María) de forma compartida, lo es para su sociedad conyugal, mientras su esposa lo es a título privativo, compartiendo una finca comprada recientemente entre este y su suegra (aquí figura el nombre de esta última).
‘ Creemos que habría que investigar a fondo la solvencia de estas tres personas, con el fin de comprobar si tienen capacidad económica suficiente para adquirir estas viviendas sin hipoteca, teniendo en cuenta sus ingresos”.

Y aquí concluía el informe.

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