viernes, 13 de enero de 2012

Intercambio de solsticios (304)

- Entonces, Raúl estaba comentando algo sobre la gestión que del patrimonio materno había hecho Gonzalo Jiménez –apuntó Brassens.
- Sí. Decía que Gonzalo había hecho mucho y que les había proporcionado una tranquilidad impagable al conjunto de los hermanos. Dicho esto –agregaba Raúl-, como la perfección no existe para nadie, sería bueno que en adelante no se espere hasta el último minuto para indicar a los hermanos, a todos los hermanos, precisaba Raúl…
- Está bien. Porque algunos sí que lo sabrían.
- Eso parece –dijo equis-. Pues bien, decía que convenía que se dieran todas las informaciones relevantes y que afecten a todos.
- Bien. Sigue, por favor.
- Pues seguía Raúl diciendo que, en cuanto a la situación económica de su madre, ese era un tema que le preocupaba mucho. Que lo había hablado con Alberto su hermano, con Carmen, con Alfonso, Leonardo, Gonzalo… y que quería haberlo hecho con Santiago pero no le fue posible.con Eugenia tampoco pudo, porque no la vio en la casa de su madre.
- El caso es que había hablado con casi todos…
- Sí. Y agregaba Raúl que había dos medidas que no había más remedio que adoptar…
- ¿Cuáles? –preguntó Brassens.
- La primera, absolutamente urgente, para evitar un problema de falta de tesorería a muy corto plazo. Y decía Raúl que Gonzalo le había manifestado que sólo había dinero para pagar los gastos hasta el mes de mayo, el correo estaba fechado el 20 de abril –explicó equis-, o sea 10 días más. Para esto se necesita realizar una propiedad. También estoy de acuerdo con vender el piso de la localidad más cercana a la casa de nuestra madre antes que la de Madrid, dado que esta última tiene más probabilidad de revalorizarse a medio y largo plazo.
- Esa era la primera.
- La segunda, siempre según Raúl, era que pensaba en que su madre pudiera vivir hasta los 100 años cuando menos…
- Como la película de Saura…
- Estarían hablando de 10 años más –continuaba equis después de producir un gesto afirmaivo-. Al nivel de gastos que Gonzalo ha informado, de 5.000 a 6.000 euros por mes, se cubrirían los gastos de mamá, si siguen en el mismo nivel, en unos 4 años, más o menos.
- Esa era su segunda preocupación –apostilló Brassens.
- Entonces abría Raúl el punto tercero de su correo. Creía que iba a ser necesario actuar de inmediato en dos órdenes de cosas. El primero, reducir en lo posible los gastos. En ese sentido pensaba que el gasto más superfluo era el de la cocinera. Raúl sugería hablar con la otra chica del servicio, ofrecerle un poco más y que se hiciera cargo de la cocina. Desde su punto de vista, los otros dos sueldos eran imprescindibles, el de la cuidadora nocturna y el de la doncella. El segundo orden de cosas era el de la reducción en el capítulo de otros gastos…

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