jueves, 13 de septiembre de 2012

Intercambio de solsticios (444)

Instalado en el momento Instalado en el momento, La vista puesta en el espejo retrovisor, Y la vida aspirando a la serenidad, De las noches calladas, De los días pausados, Declaro, Que es una quimera el futuro, Apenas, Una línea en el horizonte, Que nadie puede cruzar. Por eso, Decido Que el amor para siempre es un instante, Pero un minuto de cariño es una eternidad. No hace falta, por lo tanto, Advertir, Que la suma de minutos ganados Al desastre, A la adversidad, A la tragedia, Equivalen a la felicidad. Dura noche en Bilbao, De recuerdos acechantes, De nostalgias recurrentes,, Envueltas en papel de seda. Huir para vivir ese minuto, En los rostros de otra gente, En las manos de otras manos O en los besos improbables. Huir, hasta dejar de huir, Recogido entre tus brazos, Imaginarias esperanzas De senderos transitables. Pero me niego a demandarlo Y sólo te pido ahora -Creo que incluso te exijo, Porque puedo-: Que tú sigas siendo tú Para mí, para este instante, En ese minuto inexorable. Bilbao. Abril de 2.008

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